Unos ricos y dorados muslitos de pollo cocinados con sólo un poco de pimienta negra y sal, y acompañados de puré de patata casero.
Lo primero que vamos a hacer para preparar los muslitos de pollo es poner una sartén antiadherente al fuego y añadir unas gotas de aceite de oliva.
Cuando esté caliente bajamos el fuego y añadimos dentro los muslitos de pollo. Colocamos un plato sobre a carne para hacer presión y luego colocamos sobre el plato algo con peso. Esto hará que el pollo esté aplastado contra la sartén y gracias a ello se cocinará de una forma distinta.
Tras quince minutos a fuego medio retiramos el peso y el plato y le damos la vuelta a los muslitos de pollo. Agregamos sal y pimienta al gusto y volvemos a poner el peso encima.
Cocemos las patatas, las pelamos y las trituramos con un tenedor. Añadimos la leche, la mantequilla, una pizca de pimienta, sal y el huevo. Mezclamos todo y reservamos.
Tras otros quince minutos con el peso encima, los muslitos de pollo estarán cocinados y con la piel completamente crujiente, así que los servimos con el puré de patata casero como guarnición.
Foto orientativa: CappiT
Jugosos muslitos de pollo en salsa de vino blanco con cebolla, ajo, pimentón y tomate. Una sencilla receta de pollo ¡para chuparse los dedos!
Una forma diferente de comer el pollo, mucho más jugoso y con un toque dulce que le aporta la manzana. Un contraste de sabores que seguro os encantará.
Los muslitos de pollo en teriyaki tienen una jugosidad muy especial y un sabor perfecto. Lo mejor de todo es la salsa que queda después de cocinarlos.
El pollo a la cocacola es hoy un clásico en muchas cocinas, pero en este caso os animamos a tarle un toque distinto con patatas y champiñones.
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